Desde Farmaimpulsa siempre hemos mantenido que cada farmacia es un mundo y completamente diferentes unas de otras, pero lo que sí que es claro es que todas aquellas oficinas de farmacia que tengan como mínimo un empleado el/la titular tiene la posibilidad de delegar independientemente del tamaño de la farmacia….
¿Delegar sí o no? Nuestra respuesta, desde Farmaimpulsa, es un rotundo sí pero dependiendo de qué funciones… Lo que está claro es que hay una máxima fundamental y es que la farmacia debe de funcionar sin la necesidad de la continua aprobación o presencia por parte de la titular… La farmacia debe de aprender de ir sóla para, de esta forma, ganar agilidad en los procesos, inocular mayor motivación en el equipo y una mayor dedicación del titular en otras tareas que, a nuestro juicio, debe de hacerlas siempre un líder de proyecto.
La clave es saber qué funciones se delegan y qué funciones no se delegan… Esto dependerá del perfil de la farmacia, del perfil del titular y, sobre todo, del perfil del equipo. Decimos esto porque no todos estamos capacitados para realizar todas las funciones o roles… Un ejemplo claro podría ser el de la gestión de facturas/albaranes. Ésta es una tarea que debe de hacerla una persona cuya característica fundamental es que sea metódica y, sobre todo, ordenada. Obviamente no todo el mundo es así.
En Farmaimpulsa siempre hemos abogado porque quien haga una tarea en la farmacia, que le guste, que le encante, que le motive porque no hay nada peor que delegar una función a un miembro del equipo y que a éste no le guste nada ese rol… Obviamente no se trabaja de la misma manera haciendo una tarea que te gusta, que te sientes útil y hacer que la empresa para la que trabajas crezca…, que trabajando en otro rol que no te gusta… Al final no se hacen igual de bien las cosas y esto conllevará problemas.
Habrá muchos titulares que opinen que como ellos no hagan las tareas los resultados no van a ser igual de buenos… Y en cierto modo podrían tener razón pero también deberían de mirar en todo aquello que dejan de hacer o se dejan de ocupar por precisamente no delegar, o mejor dicho, no confiar en determinados miembros del equipo.
Delegar o no delegar es una cuestión abierta y dependerá de muchas circunstancias a decidir siempre por el titular.